El ágata es una excelente piedra para reequilibrar y armonizar el cuerpo, la mente y el espíritu. Limpia y estabiliza el aura, eliminando y transformando la negatividad. Mejora la función mental, la concentración, la percepción y las habilidades analíticas; suaviza y calma, curando la ira o tensión interior y crea una sensación de seguridad y protección.